Sonríe;
No te detengas por mí,
Sonríe;
Porque hoy estas,
Y mañana quizás no estés aquí.
Sonríe que tus comisuras
Despierten sonrisas,
Y no amarguras
A otro que desea solo ser feliz.
Sonríe cada vez que puedas
Y no mires con quien eres feliz;
Sonríe,
Que tu sonrisa es bella
Y tus lágrimas no;
Ni las amargura son para ti.
Sonríe cada vez que puedas,
Sin irte a reprimir siempre sonríe;
Y veras que cada vez que sea;
Te acordaras de mí en tus penas.
Sonríe no te de pena;
Que tus labios,
Sean tus cómplices,
Entre decenas por sonreír para mí.
Sonríe y veras que te sentirás plena;
Sonríe siempre sonríe,
Así te estés muriendo de pena,
Por un amor que no te anhela;
Sonríe si el cansancio te repliega,
Sin sentido incluso; sonríe,
Sin acatar quien te de brega.
Sonríe siempre sonríe,
Incluso sobre mí cuerpo entre velas;
Porque aunque no esté contigo,
Seguiré sonriendo donde mi Dios me tenga;
Sonríe siempre sonríe,
Y me recordaras
Que algún día te hice sonreír,
Sin estar a tu lado feliz,
Aunque ya no esté aquí;
Moriré feliz por ti.
Ya ve;
Un día te hice sonreír;
Te robe una sonrisa,
Cuando no deseabas sonreír;
Sonríe y acuérdate de mí,
Pues a ti te di este consejo;
Sonríe aunque te cueste sonreír.
LBR
“LAPIZ ESCRIBE”