Quien sin fe lo creyera
Ella era la perra perfecta
La obediente, la mas montada, la perlada
La que no aparentaba; mucho menos
Nada mostraba; solo blanca y pérfida trabajaba
Con conocimiento de causa, la más “caminada”
Una asolapada, que ya no le importaba
Perder nada; pues ya hasta la cola
Sensación no dejaba; Y no es por nada;
Era otra bruja camuflada, Una historia
comprobada
Una malévola perra en hembra reencarnada
Con mil cuentos se rebuscaba
El capital que le brillaba y multiplicaba
Perra que en el amor no triunfaba; quizás
Por ser la más follada; historia que se
ocultaba
“la de un cura” al que muchos pecadores
Sus culpas le confesaban, Sin imaginar que él
Ha sido más pecador que el que le ha
recitado,
Por culpa de la perra que finalmente
Resulto estafado; Y que a otros intento cagarlos.
Bendita perra que según sus cuentas
En su vida pasaron perros en número al equivalente
De los primeros apóstoles que nos guiaron
Y eso sin saber cuántos más apóstoles paganos
Le han ladrado; Que con su imagen de monja
A más de uno infructuosamente ha engañado.
LBR
"Lápiz Escribe"