Aunque
blanca fuese su alma
Y su
traje la más suave calma
Oscuro
era su pensamiento
Como el
tenue aliento
Que
entre rosas secas
Y frías
lapidas ambienta
Todo campo
santo abierto.
Seca
quedo mi alma
Y deshidratada
mi confianza;
Tristes
son mis noches
Y los días
alegres de puro cuento.
Que entre
osados recorridos hasta
En escarpados
Alpes
Arriesgados
como siempre
Hasta mis
sueños se volvieron tormento
Son mis
acontecimientos los que me consumen
Como leña
en fuego; amores que jamás debí
Dar cabida
en mis adentros;
Quien regara
la aridez de tanto sufrimiento?
Otro amor?
No; ya
estoy viejo para otro sufrimiento
Que engañen
a otro;
A mí
que no me vuelvan con el mismo cuento.
LBR
“LAPIZ ESCRIBE”
Muy interesan tu escrito.
ResponderEliminarLa primera se cae por experiencia...la segunda por sinvergüenza ...y la tercera por... ya sabes que jejeje
Amigo, la vieja es tu cédula, tu corazón goza de gran juventud; porque así como expresas tus sentimientos, con amor y sentimiento por lo que haces; así es tu vida y tu alma...transparente y hermosa..como agua de manantial.
Abrazo
Luz Marina
la tranparencia si existe; y la desolación cubre el dolor. las canas no son en vano.
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