viernes, 29 de enero de 2016

CUERVOS EN SU TEJADO



  
Mmm su silencio me inquieta; que estará pensando mi madre?; acaso se preguntará quienes somos nosotros?, le seremos conocidos; recordará que somos sus hijos?; aquellos que crio con tanto esmero, por los que no escatimó esfuerzos para bendecirnos, a los que unas mil veces debió castigarnos para que fuéramos educados y no tuviéramos mañas?; por los que mil y una noche desveló maquinando soluciones para nuestros problemas?, a los que siempre nos inculcó que no nos relacionáramos con cualquier mico de los palotes para mejorar la raza?. No sé si aún recordará que éramos los que solíamos ir los fines de semana, o al final de año; pues, fuera cual fuera el motivo, ahí estábamos en casa comiendo, bebiendo  y charlando hasta el amanecer. No sé si reconocerá lo formados que estamos físicamente…Como ha pasado el tiempo, que hermoso eran aquellas épocas en que nuestra hermandad era el ejemplo para las demás familias del pueblo donde vivíamos.

Pero vaya que sucedió aquí; solo observa, esa muchachita de mi sobrina; nieta malcriada del carajo; no quiere hacerle caso a mi  hermana, malaya sea imagino que de no estar así, sería mi madre quien la reprendería. Hasta palo le daría; pero ya no la escuchamos como antes; ya no logra pronunciar lo que quizás querría decir; ya no puede hablar, no interpretamos su frio silencio. Pareciera ya no existir en este mundo. Sus extremidades no le responden y creo que ya no recuerda el pasado; es más supongo que no sabe por qué esta en esta casa, si no es la de ella, ni lo comprende, ni lo razona; ya no habla; mira, pero su perdida mirada no transmite nada, no entendemos sus simples y tristes gestos; tal vez se sentirá una extraña. Existen momentos en que a algunos de mis hermanos y a mi padre los mira como con enojo; como si estuviese incomoda con ellos, como si no deseara verlos. Es más; ya no llora.

No comprendo que paso con mis hermanos, ellos eran su tesoro, la luz de sus ojos; ahora veo en ellos rudeza, frialdad, enojo e incomodidad con ella. Es más con el paso de los días veo que todo ha cambiado en nuestras vida; hasta mi padre el que tanto celó, el que atendió con esmero, por el que también trabajó con ahínco; le esquiva. Tal pareciera que le rindiera culto a mis hermanas, tal pareciera que está de acuerdo con ellas; y veo que para mi madre el día y la noche le da igual; ya la dejan sola; solo acatan dejarla con un pañal desechable y hasta la han amarrado de un tobillo a la baranda de la cama, para que no se pueda parar; oh cuanta cosas han sucedido sin poder mi madre protestar, como lo hacía tiempos atrás. Todo esto es como un calvario; me siento atada sin poder hacer nada por ella.

Sea lo que fuere; estos desalmados cuervos en su tejado, calculadores e insensibles; han actuado como nunca lo imaginé; hasta los desconozco. Me han restringido verla; no comprendo por qué, la verdad no sé qué se están proponiendo hacer o que están haciendo con ella, si era ella la que manejaba todo, la que disponía, la que daba, la que repartía y hasta regalaba a quien quería. Ahora para colmo de males, contrataron por ratos una vieja lombricienta que de enfermera no tiene nada y que se la zangolotea como se le da la gana cuando la moviliza; porque ni fuerzas tiene para mover las quimbas de ella. Vaya que suerte la de mi madre; ni que hubiese matado la mama del obispo. Porque hasta apadrinó en el pueblo por caridad a cualquier cantidad de muchachitos desnutridos, en estado agónico; para que no se fueran de este mundo, y ahora verla ahí postrada en el último rincón de una casa, como si fuese un mueble viejo del cuarto de San Alejo; como si estuviera en cuarentena por alguna enfermedad infectocontagiosa.

Quizás esta era la suerte que debía correr al final de sus días? por haber sido una esposa; una mama estricta, responsable y trabajadora?. Tal vez su error fue haber trabajado tanto para nosotros; amasando dinero en tierras para el bienestar y la estabilidad económica de nosotros…. Mmm económica de ellos; oh si como no había caído en cuenta más antes, sííí eso es; el dinero, eso es lo que les ha importado de mi madre; solo el dinero. Claro por eso mientras tenía las fuerzas para trabajar y disponer, ellos estaban contentos; estaban a gusto, les daba gusto a mis hermanos menores en todo; les regalaba dinero y yo por no estar de acuerdo en todo esto es que ahora me restringen verla; Se volvieron unos cuervos mis hermanos los que menos creí; por los que me esforcé, a los que les ayude. Ahora soy la mala; la loca; su hija mayor a la que más castigó, a la que más le exigió, la que más le expresó amor cuando podía visitarla. Por Dios cuanta injusticia están cometiendo en su propio tejado; cuervos que crio. Solo esperan que se muera, solo esperan que como mueble viejo no exista; para repartirse entre ellos el botín, para despilfarrar las tierras por las que tanto trabajó para darles comida y el estudio que a mí no me dio. Tal vez ya ni exista en la mente de mi madre arrepentimiento por haber sido injusta con nosotros los hijos justos; solo te pido a ti mi Dios que en el silencio de sus días, en la soledad de las noches te acuerdes de ella; que ese sufrimiento que quizás tenga en su alma y la mía del cual nadie sabe, ni lo escucharán; se acabe.

Ahora que la resignación de mi alma exclama a ti Dios por ella;  solo te pido que sus días sean tan largos como tu mi Dios lo permita y tan cortos como los cuervos en su tejado lo quieran.
LBR
“LAPIZ ESCRIBE”
Historia creada de la imaginación de lo que puede llegar a sentir los pacientes con alzheimer.

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