martes, 27 de mayo de 2014

COMO YEMA EN CÁSCARA



Muchas veces
Me enmudecía,
Pero no por ello palidecía;
Porque sus más tontas historias
Cada día me sorprendían,
Todo aquello lo sentía
Y sin palabras me conmovía.
Creencias e ideologías
Que en mí no existían;
Pero que su mundo lo tenía,
Eran historias casi de hadas.
Todo aquello me envolvía,
Cosas que en su vida la protegían.
Como yema en cascara se cubría;
Mitologías para un bello amor;
Todas en total control; y aun así,
Eso me atraía,
Cada vez que le oía.
Una vida diferente
Era la de aquella creyente
Tan distinta en posesión;
Toda una poesía,
Una clase excluyente
Para un depredador escribiente,
Letras que en azar lance
Sin tentación
Y que al amor, ni se diga….
El amor era un estridente
Manifestación de sensaciones
Que sin omisión se convertían
En una complaciente emoción
Que con el toque perfecto
De mi sensual inspiración;
A tan sin igual relación,
Resultaba la más deliciosa
Preparación con amor y pasión;  
El más exquisito Huevo jamás freído;
Yo fui el que todo le violó.
LBR                       
“LAPIZ ESCRIBE”




2 comentarios:

  1. Lápiz Escribe.
    Toda una inspiración le acompaña mi estimado escritor y hasta un buen cocinero ha resultado ser, al poder freír, un delicioso y exquisito huevito.
    Saludos.

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  2. Ser recursivo parece ser mi defecto; para salvar hasta una relación; todo se ha de valer en inspiración. muchas gracias por su comentario.

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