Como
tantas otras ocasiones;
Hoy
me pregunto con más énfasis,
Si
ha valido la pena mi existencia en este mundo.
Si
lo poco que he realizado ha servido de algo;
Si
un abrazo o una mirada han dejado huella
O
simplemente
Han
pasado sin pena ni gloria.
Preguntas
que asaltan mi mente
Que
en cierta manera taladran mi conciencia,
Ya
quisiera saber en qué terminara todo esto
Y
cual será mi último pensamiento
Cuando
mi uso de razón termine;
Porque
hasta eso estoy perdiendo,
Me
desconozco y me decepciono al mismo tiempo.
Por
ejemplo de quienes por mi amor deposite confianza
En
algún momento de mi incomprensible vida,
Y
al mismo tiempo me alegra que ya esas personas
No
sean nada mío; Ni yo de ellos;
Tétrico
seria que se hubiesen enamorado de mí,
De
seguro no me olvidarían: quien podría olvidar
A
un tipo particular que su amor es infinito para todo?;
Pero
que su olvido será total en el momento justo
En
que ya no se le necesite.
Ser
aislado es ser despreciado;
Pero
ser amado es más peligroso
Por
qué se pierde la conciencia a mi lado y yo no respondo.
Y
delicado el ser tolerado; mi ser no viene de patrones o cánones
Viene
para marcar una descabellada forma de escribir
Dentro
de una osada transcendencia.
Sé
que en el fondo no soy amado
Simplemente
apreciado
No
soy valorado, sencillamente respetado
Y
no seré inolvidable; fortuitamente recordado.
Gracias
para aquellas pocas personas que se han atrevido
En
algún momento a leer mis incongruentes,
Desaliñadas
o apasionadas letras
Una
manera originalmente atinada de ver mi propio interior
Interesante
hubiese sido tener el don
De
un abstractivo Picasso,
Un
genial Beethoven
Y
un revolucionario creador Le Corbusier.
Pero
en maravillosas letras escritas desde el alma.
Como
hoy lo hago; como siempre lo he hecho.
Gracias
Dios por haber creído en mí.
LBR
“LAPIZ
ESCRIBE”