LOS NIÑOS DE LA GUERRA

El otro día me encontraba lavándome los dientes, y de repente me llamo la atención el escuchar de un piso bajo, un Ban Ban Ban; eran niños que en un patio, jugaban a una ingenua y singular guerra entre ellos; era la inocencia la que sin saber el sufrimiento que una guerra genera; jugaban sin parar a matarse fantasiosamente entre ellos.

Recordé en ese instante la cifra de 17.000 niños que en Colombia están involucrados dentro del conflicto armado entre grupos al margen de la ley con un estado “democráticamente” establecido; eso sin contar los niños muertos en nuestro país y el resto del mundo por las guerras generadas por intereses de poder; y digo para entre mí; “cosa de niños”; quizás; por la inmadurez con la que manejan este tema los gobernantes de las naciones.
Entonces me pregunte; es realmente justificable que en una guerra estén participando; deseen o no, niños cuyos padres de acuerdo o no permitan que sus hijos estén en conflictos armados??.

Es acaso un deber que niños sin experiencia, sin un camino de vida sin recorrer, que participen de cruentos combates bajo ideologías mandadas a recoger en pos de intereses económicos de terceros?

Ahora que decir de los niños que en el mundo han quedado con secuelas a causa de injustificadas guerras en especial de países de áfrica, medio oriente y mi querida Colombia; donde pasaran los siglos y las cifras de este flagelo aumentara como las cifras de víctimas que cobra el Sida, donde la población más vulnerable tiene que pagar las consecuencias, con la población infantil antes que se concienticen los gobernantes de naciones para que cese el reclutamiento de niños para la guerra.

Tal vez ese inocente comienzo de juego de niños que observe al escuchar sus Ban Ban Ban; no sea más que un primario entrenamiento para un futuro que les espera; o para una guerra definitiva; la de entrar en razón que la guerra no deja nada bueno; y que sus participantes; niños que por lo general son de escasos recursos con padres de una baja cultura y autoestima, permitan dichas acciones; sea pues el final para su erradicación algún día en la historia de nuestros pueblos; Y si no lo han de creer; revisen por favor los diversos informes de la ONU; donde las cifras hablan por sí solas.
LBR
“LAPIZ ESCRIBE”